Para el "Joven aprendiz"

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Problemas de la educación no reglada-II En respuesta

Enrique “El Gavilán” comenta:

Gracias, Juanjo, por decirnos lo que todos sabemos: que los tipos que trabajamos desde los despachos en docencia y formación continuada no tenemos NPI de formación (no digamos nada de clínica, de gestión, etc. ¿Habrá algo que hagamos bien?).
;-)
Creo que mejor me voy de visitador médico inverso, o sea, siguiendo la misma estrategia que la industria en la (des)información a los médicos pero en el sentido inverso, desmedicalizando, que seguro daría mejores resultados. En definitiva esa estrategia es más o menos lo que ha dado resultado (a mi modo de ver) en el estudio que citaba Sergio en su blog.



Dos cosas para comenzar, agradecerte primero tu lectura y participación, en segundo lugar pedirte disculpas por sentirte aludido y molestado.

En ningún caso ha sido mi intención porque cuando lo escribía estaba pensando en toda nuestra formación postgrado y fundamentalmente en lo que se está planeando para abordar las patologías crónicas, lo que nos supondrá un cambio en las actitudes y hábitos, tanto a nosotros como a nuestros pacientes.

Creo que vemos el trabajo:
http://gerentedemediado.blogspot.com/2010/07/la-importancia-de-las-redes.html, desde puntos de vista diferentes. (referido a tu segundo párrafo)


Pero aprovechando el hilo que lanzas, el debate puede ser bueno.

Según tengo entendido eres responsable de una unidad docente de MFyC y me disculparás que desconozca tu realidad por lo que me resulta imposible “ir de lo particular a lo general”, aunque lo voy a intentar.

¿Es posible formar simultáneamente en cardiología y urología?
¿Cómo es que no se le permite a un residente de familia hacer la formación simultánea con la especialidad de rehabilitación?

Será probablemente porque los contenidos de cada especialidad están diseñados para ser adquiridos en el tiempo destinado a su formación.
Lo que hace depender las dos variables de su interrelación, contenidos y tiempo.

Si nos centramos en la especialidad de MFyC observamos que su desarrollo y actividad definen un perfil de profesional alejado de la tecnología punta, con un correcto manejo de la incertidumbre, la habilidad de manejo de la continuidad de cuidados en un espacio muy próximo, con facetas ligadas a la comunicación, un nivel científico con capacidad de adaptación a los cambios, manejo de asuntos familiares (grupos), manejo y actitud ante los errores y un etc enriquecedor.

No me resulta comprensible como la respuesta a las dos preguntas planteadas es ¡No! y cuando cuento el tiempo que pasa un residente en el centro de salud observo que es igual al que pasa en el servicio de urgencias, siendo ambas actividades de perfil totalmente opuesto.

¿De donde se detraen contenidos?
¿Qué estáis formando?

Creo que fue “champan” o tal vez “cava”, aunque para determinados paladares fue sidra lo que se descorchó en Barcelona para celebrar el cambio a 4 años.

La simple separación del residente del servicio de urgencias tras su periodo de rotación, hubiera tenido un impacto superior a la prolongación de un año de residencia. Ya se que supone un sobresueldo que finalmente resulta perverso.

Me he artado de oír que “los nuevos no tienen, no saben, no quieren…..”
“Nadie mantiene un esfuerzo sin saber el “porqué”, el “para qué”, el “cómo” y participar en todo el proceso”.

La evaluación final del residente le incumbe a él en exclusiva, habida cuenta de que el único valor de la evaluación tal como está diseñada es completar las condiciones ministeriales, se la debe de realizar él mismo con la participación de su tutor de MFyC.
Las preguntas a responder pueden ser: “¿En que grado he despejado mis expectativas respecto a la especialidad?, ¿Hasta que punto se han modificado mis expectativas?
“Carece de importancia lo que yo se, lo importante es lo que el interlocutor quiere aprender, porque esas son sus expectativas, las que hay que despejar”.
De forma sistemática y en todas las promociones desde que puse en práctica esta forma de evaluar, he observado una baja autoestima que les llevaba a evaluarse en grado inferior al nivel que personalmente les otorgaba y en la que curiosamente coincidíamos todos los encargados de evaluarles.
Baja autoestima generada en su formación y que se prolonga durante los años de ejercicio.


“Lo más importante es situarse en “su” experiencia y “su” realidad,  son las variables mayores que condicionan toda la actividad”.
Esto significa tener la posibilidad de errar, bajo control, es caro, cuesta dinero, incluso para el desarrollo de criterio, que lo debe de desarrollar desde la experiencia.


“El nivel intelectual de un grupo es inversamente proporcional a su número”.
Principio utilizado en el modelo clásico para neutralizar los “criterios individuales” que deben ser abordados en el propio grupo. Pues aupa con los congresos, las clases magistrales y todo el modelo clásico.


“El grupo debe ser lo más homogéneo posible.”
Esto no significa que todos midan lo mismo, sino que todos tengan un similar interés en el tema, la accesibilidad y el compromiso.
No es admisible que la mitad del grupo tengan impedido el acceso porque deben estar en el servicio de urgencias, sito a 60 metros del aula de docencia.


”La suma de los conocimientos de los individuos del grupo superan los conocimientos del experto“.
Por esta razón es difícil oír algo nuevo.


“La educación para la salud es una herramienta con fecha de caducidad, lo que le convierte en un proceso continuo que debe de estar integrada en la actividad.”
Por esta “integración en la actividad” la asociación de educadores en diabetes de mi comunidad autónoma ha desaparecido por falta de actividad.
Sospecho que los médicos de familia asesores del consejero Bengoa (Abengoa llamado por otros), lo van a resucitar para dar charlas de púlpito a “x” euros la actividad. 
Formar a educadores para la salud no es moco de pavo y sin embargo debe de formar parte del programa de la especialidad, pero tal vez estoy equivocado y lo correcto será el hacer un cursillo de habilidades de púlpito, que como reiteradamente se ha demostrado en 2.000 años acaba con “los pecados”.

Los viejos topos, los unos formados en Cuba, otros en Italia y otros de otras maneras, no servimos, las razones son muy sencillas y forman parte del capítulo primero:
“Cuando no se reúnen las condiciones se debe abandonar y esperar situaciones favorables.”


Dedicado a Enrique Gavilán del que me consta su mejor voluntad y me ha puesto una actividad futura en trance "jodido".




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1 comentario:

Anónimo dijo...

Juanjo,
No me sentí aludido ni molestado, en serio, me hizo gracia y contesté. Porque yo también estoy harto de muchas cosas, como que se diga cosas de los de los despachos tan alegremente. A mi, por ejemplo, no se me ha ocurrido hasta la fecha decir que los de las consultas no tienen NPI de pasar consulta, y probablemente haya por ahí algún artículo que lo sostenga. Pero ya te digo que no me he sentido aludido porque no decías nada contra mí, en particular, claro está.
De todas formas, me alegro porque es una buena manera de empezar un divertido debate. Lo que siento mucho es no pode ponerme a ello, porque en unas horas me voy de vacaciones y tengo que prepararlo todo. Sí te digo, para empezar, que el nuevo programa de la especialidad no es el problema, sino las unidades docentes y los tutores, probablemente. No se le puede dar la vuelta a todo sin cambiar nada. Y eso es lo que ha ocurrido. Sobre lo de urgencias, te invito a que leas los últimos post que he ido colgando en mi blog personal (el del nido) con la etiqueta "educación médica". Verás que coincidimos en muchas cosas.
Un gran abrazo, maestro, con cariño.