Maria, una paciente pluripatológica de 83 años, ha conseguido tras reiteradas tomas de tensión elevadas ser vista en el fin de semana, en dos ocasiones por el médico de urgencias en el domicilio y una asistencia en el servicio de urgencias hospitalario, que es donde saben y se ha conseguido objetivar varias crisis hipertensivas que han sido tratadas con reiterados captopriles sublinguales y con el requerimiento a su médico de familia de que sean controladas.
Conozco a María desde que tenía 63 años y me resulta extraña esta demanda de asistencia cuando los cuadros que presenta, parkinson, HTA, depresión por duelo, artrosis, tendinitis del manguito de los rotadores, están adecuadamente controlados.
Por razones que no vienen al caso cuenta con un tensiómetro automático y gusta de saber cual es su tensión arterial, preguntando siempre: “¿porqué no tengo siempre la misma tensión?”.
Es que con la edad nos hacemos reacios a que nos cambien las zapatillas de casa, ¡las viejas eran las buenas y estas no son lo mismo!.
Las cifras que me presentan son para tener en cuenta, varias mayores de 200 en sistólica, tras captopril 50 consiguen 180 junto con gran malestar por parte de María.
Y con todo ello procedo, cojo su aparato y tras sentarla adecuadamente, le descubro el brazo, coloco el manguito tres cm sobre la acodadura del codo, localizo el pulso braquial y cuento la frecuencia, 58 latidos por minuto, ¡no está nerviosa!, hace una hora que ha orinado y media hora que ha terminado de comer.
Antes de apretar el botón localizo el pulso radial y confirmo 58 por minuto pero percibo que el temblor del parkinson me dificulta la identificación del pulso radial.
Aprieto el botón del aparato automático y este comienza a llenar el manguito, pierdo el pulso radial en torno a los 150 mm y espero, el aparato sigue subiendo hasta 240 mm y comienza a bajar, al llegar a 184 mm aparece un ritmo que me identifica como cardiaco, por mi parte no percibo el pulso radial que comienzo a detectarlo a 154 mm, el aparato sigue con su labor y finalmente me da los datos, sistólica 186, diastólica 84 mm, pulso 84 pulsaciones.
Mi primera conclusión es: ¡algo no cuadra!, y opto por repetir con mi aparato, casualmente calibrado la víspera, sin decir nada.
Coloco el manguito con cuidado, localizo el pulso de la radial y percibo la misma dificultad, cuento el pulso 54 por minuto y aprieto el botón, el manguito comienza a llenarse, pierdo el pulso en torno a 150 mm, el aparato sigue hasta 220 y comienza a bajar, a los 186 mm me anuncia un ritmo de pulso, detecto el primer latido en el pulso radial a 152 y continúa bajando, al final me da la lectura de sus datos, sistólica 186, diastólica 86, pulso 86 latidos.
Y concluyo:
María estos aparatos no sirven para tomarte la tensión, el temblor de tu parkinson el aparato lo identifica como si fuera el pulso, porque también son rítmicos y confunden al aparato, además por eso cuando te dan esa medicación debajo de la lengua te baja la tensión y tú te encuentras mucho peor. La tensión está bien no le des mas importancia.
(¡No, la paciente no tiene fibrilación auricular!)
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