Únicamente añadiré unas líneas a tanto desbarajuste.
Son otros los que piden responsabilidades, son otros los que ofrecen justificaciones.
Mientras tanto algo ha ocurrido que me resulta relevante.
Primero generaron el pánico, después administraron el miedo, siguieron administrando salvaciones, pero lo realmente sorprendente es el fracaso rotundo de la campaña de vacunación.
No se puede afirmar que este fracaso se haya debido a la oposición planteada, mas bien ha sido una reacción popular de desobediencia generalizada en todos los países que constituyen la Europa actual.
A pesar de contar con el apoyo de los medios de comunicación, a pesar de contar con la presión de cartas personalizadas, a pesar de haber hecho circular listas de enfermos a los que se debía vacunar trasgrediendo leyes básicas, la población con determinadas enfermedades en su mayoría ha dicho: “…a mí no me la ponen!”
Como mi perro cuando le da por hacer carreras tras su rabo, sigan justificándose.
Dedicado a Luis Cosme Cubas
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario