Se ha escrito tanto sobre la gripeAn que……., tal vez añada un cúmulo de tonterías mas.
Me dedico a ejercer la medicina para mis pacientes y no han parado de hacerme preguntas, solicitándome desde lo que pienso hasta lo que personalmente haría y este último motivo es suficiente para que escriba sobre el tema.
Para estas consultas trabajo con la información que recibo del boletín epidemiológico semanal, que nos mantiene al corriente de la evolución de la pandemia, lo mantengo abierto pero minimizado en la pantalla y cuando el paciente pregunta lo abro sobre su historia y le explico la situación.
Lo primero que llama la atención de esta pandemia es su nacimiento. El primer caso se aisló en abril en EE.UU., pero la pandemia fue anunciada y difundida por los medios de comunicación, tanto escrita como audiovisual, por una serie de muertes atribuidas al nuevo virus de la gripe en México D.F., cifras que tuvieron que ser modificadas por errores de atribución, así mismo la corrección no tubo el eco en estos medios equivalente a la noticia inicial. Los medios no corrigen sus errores salvo por orden judicial, nada es verdad o mentira o error de interpretación, es simplemente noticia.
Desde ese momento estos medios de comunicación han controlado lo que se debe y no se debe, ya sea hacer, decir, mal informar o decidir, han seleccionado los puntos noticiosos , no en base a las necesidades poblacionales, sino a sus propios intereses y que de momento mantienen ocultos; salvo sus ventas o ratios de pantalla, es seguro que si bien ellos nos manejan la realidad, son otros los que les manejan a ellos.
Han ocurrido las cosas de tal manera que los profesionales y la población, nos enteramos antes de las novedades de la pandemia en los diarios que en los círculos científicos, si me tomara el tiempo que no tengo en reconstruir los episodios estoy seguro que encontraría más de uno anunciado antes de que ocurriera y si no ocurrió no tampoco importó.
Esta información que manejan no está sujeta a contraste alguno, ni valorado su significado, ni sus consecuencias contrastadas y sopesadas, ni está sujeta a responsabilidad alguna.
Asistimos impertérritos a la primera pandemia catastrófica, dirigida, anunciada, difundida y televisada.
Ya lo intentaron en dos situaciones anteriores, la famosa neumonía asiática y la no menos célebre gripe aviar, la tercera a resultado definitiva.
En esta situación los facultativos tenemos poco que hacer o decir, nuestro papel se reduce a cumplir las indicaciones de la prensa, los medios y sus intereses.
Vendrán más, la próxima puede ser cualquier cosa.
(Idea cedida por mi amigo Iosu)
Ahora los lectores piensen.
Continuará
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