Fue en febrero de 1983 cuando recibo un aviso para visitar a Trini, que se encuentra mal y su madre está preocupada.
Trini tenía 10 años, era la tercera de una familia humilde, una niña inquieta, feliz, que jugaba habitualmente en la calle con todos sus amigos y solo era objeto de vigilancia por su “pequeña” talla, aunque ambos padres también eran bajitos.
Cuando la vi me impresionó su mal aspecto. Quieta, un tanto estuporosa, con una palidez cérea y unas pequeñas petequias que recorrían sus piernas. Le di mi impresión a su madre y la envié al hospital, donde le diagnosticaron una leucemia que como única alternativa terapéutica era el transplante medular, por lo que fue enviada a Barcelona, lo que hizo que prácticamente la perdiera de vista como paciente.
En alguna ocasión la vi con una discreta peluca, con un mejor aspecto y jugando en la calle.
La vida me cambió de destinos y al cabo de unos 14 años, en la plaza que desempeño actualmente, se presentó Trini.
Trini (T)- Hola Bilbao, como sabía que estabas aquí y me conoces desde hace tiempo, me he cambiado de cupo.
Médico (M)- Pues muy bien, y que es de tu vida…..
Se había casado, se encontraba bien y lo único que le preocupaba era un aborto espontáneo, pero le estaban estudiando, porque le hacía mucha ilusión tener hijos.
Por ponerme al día de sus antecedentes cogí su historia y la leí con detenimiento. Confirmé que su transplante había costado dos intentos hasta que prendió. Después me sorprendió que fuera sometida a un alargamiento de miembros inferiores, en la que la izda., no evolucionó convenientemente y había producido una asimetría. Una elevación de las transaminasas estaba pendiente de filiación.
A su vuelta:
M- Hola Trini!. Tenemos algunas cosas pendientes, hay que ver como están estos análisis….
T-Pero ya me hacen análisis y están bien…
M-Me refiero a saber porqué está esto aumentado, así que te voy a pedir….. ¿Qué sabes de gine?
T-Ha salido normal ( se refería al estudio cromosómico)
M-Eso está bien….
Mientras pensaba si nadie le había dicho que no era posible que tuviera hijos por las masivas radiaciones a las que fue sometida.
Desde aquella consulta me ha tocado informarle de:
Una hepatitis crónica activa por VHC.
La imposibilidad de tener hijos por la radiación recibida.
Fracaso tiroideo posiblemente secundario a la radiación y/o VHC
Error en la información recogida del análisis cromosómico, porque la muestra era de sangre periférica y correspondía a la de su hermana de la que recibió el transplante.
Alteraciones en la configuración vertebral secundarias a la basculación por asimetría entre las extremidades inferiores.
Cuidados extremos en la exposición al sol y siempre con gafas de sol por la posibilidad de desarrollo de cataratas. Remisión precoz para estudio por posibilidad de desarrollo de cáncer cutáneo
Osteoporosis secundaria a menopausia precoz por insuficiencia ovárica.
Fracaso pancreático con desarrollo rápido de DM, posiblemente secundaria a la radiación. En 1 año evolucionó de glucemias normales a HgA1c 9,8.
Actualmente presenta una disnea de esfuerzo, con espirometría restrictiva, en estudio de difusión de gases, también posiblemente en relación con sus antecedentes.
Hoy es una mujer que debe llevar, aunque no lo hace, una calza, Tomar sus suplementos hormonales, tiroideos, ováricos y su insulina, los bifosfonatos con el calcio y la vitamina D. Cubrirse del sol y no exponerse al mismo sin protección total, cosa que no hace porque no tiene los recursos necesarios. No ingerir alcohol ni en las celebraciones.
Aún queda pensar en el O2 domiciliario, el fracaso suprarrenal y lo que venga, incluidos los antidepresivos.
En estos años me ha repetido insistentemente:
T-¡Joder, no vuelvo más!. Cada vez que vengo me encuentras algo….¡Nadie me preguntó….! ¿Por qué no puedo hacer lo que hacen mis amigas?. Ya se que lo haces por mi bien, pero….(y rompe a llorar)
Su comportamiento es caótico, acude con frecuencia fuera hora, si tiene que esperar, cuando salgo a la puerta, me advierte que se va, etc.
Cuando la veo me pregunto: ¿Qué sentido tiene esto?
Y concluyo: ¡No deja de ser una pregunta vacía!
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4 comentarios:
El sentido de que eso es mejor que la muerte,así de simple.
Un inquietante caso. Comprendo tu pregunta, pero solo ella puede hacérsela. Hay gente que parece haber nacido para sufrir.
Sé que no es el tema real del comentario, pero me interesa lo que comentas sobre lo de evitar la exposición al sol para retrasar la progresión de las cataratas, debido a las radiaciones sufridas.
Si lo tiene a mano, ¿podría facilitarme alguna referencia bibliográfica?
Es un caso de gran dificultad. Veo dos enormes retos. Trabajar la autoestima de la paciente centrándose en las partes sanas de su vida seria uno, el otro redimensionar la relación terapéutica para que tu función no sea únicamente dar malas noticias. El abordaje psicológico es vital, ofreciéndola counselling, psicoterapia breve, antidepresivos o lo que sea. Por último no olvidarte que es en estos casos donde crecemos como profesionales, ánimo.
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