Para el "Joven aprendiz"

miércoles, 12 de marzo de 2008

Del Pueblo "SAN" al "P-57"


Tal vez fue aquella chica y sus aspiraciones, a la que había seguido durante sus estudios universitarios, la que en una visita por sorpresa, me comentó que se marchaba a Sudáfrica a completar un master. Se iba con su noviete, un sudafricano que había conocido por estas tierras y sin poder contenerme le pedí que me lo presentara.
Por primera vez iba a tener ante mi a un "booer" o un "anglo", tanto daba seguro que conocía a sus "Springboks" y podía hablar de rugby con él.
En aquella fechas había llegado hasta mi una información sobre un producto derivado de un cáctus, útil para el tratamiento de la obesidad, así que una vez más aprovechando la covertura del azar le pregunté por "la sustancia"; me dijo que su padre había trabajado en un laboratorio de productos fitosanitarios, aunque en la actualidad estaba jubilado, pero que si le era posible me traería la información a la vuelta.

Lo que sabía es que los bosquimanos, el pueblo San...........,

"San, khoisan, basarawa o bosquimanos (del afrikaans, boschjesman, "hombre del bosque"), son denominaciones genéricas que se aplican a varios pueblos africanos tradicionalmente cazadores-recolectores, que hablan alguna de las lenguas joisanas, caracterizadas por incorporar sonidos de chasquido.



No constituyen entonces un único grupo, sino varios pueblos distintos, muy relacionados con los khoikhoi(hotentotes). Según cálculos recientes, son por lo menos 100.000 personas: 45.000 en Botswana, 33.000 en Namibia, 8.000 en Angola, 7.500 en la República Sudafricana, 1.500 en Zambia y 500 en Zimbabwe.

Sus antepasados ocupaban un extenso territorio, la totalidad del Africa austral, pero fueron desplazados desde hace 1.500 años por los bantúes y posteriormente diezmados o sometidos a trabajos, por los colonos holandeses, alemanes e ingleses.

A comienzos del siglo XIX, los bosquimanos aun mantenían una de las más extensas redes comerciales de la época precolonial, que se extendía a través del Kalahari. No todos vivían sólo de la caza y la recolección. En Tsumeb, lo que hoy es Namibia, un grupo controlaba una de las minas de cobre más ricas de África. La colonización resultó para todos ellos un desastre.

Actualmente se les sigue presionando para abandonar sus territorios, incluso constituyendo "parques", de los que son expulsados. Por ejemplo, desde los años 80 el Gobierno de Botswana ha tratado por todos los medios de desalojar a los aproximadamente 1.500 bosquimanos que viven en la Reserva de Caza del Kalahari Central y trasladarlos a asentamientos, para dejar vía libre a la conservación ambiental, el turismo y la extracción de diamantes.

La mayor parte del conjunto de pueblos conocidos como bosquimanos vive dispersa en el desierto del Kalahari, en el sur de África, dispersos en un área de más de 500.000 km². Fuera del Kalahari, algunos grupos de bosquimanos sobreviven en el sur de Angola, en los pantanos de Okavango del norte de Botswana y en Botswana oriental y occidental.

Cuatro mil bosquimanos fueron trasladados desde Namibia a la República Sudafricana por el ejército de este país, que en 1993 traspasó sus responsabilidades respecto a ellos a una fundación que en gran medida "los controla."

Pero algo los hace diferentes a estos supervivientes de cultura ancestral, ¡su forma de cazar!, salen tras las piezas sin saber bien cuando volverán, aún así su equipaje es mínimo.



Con este equipaje tan ligero, ninguno de nosotros puede ir muy lejos.
Perseguir una presa siempre es costoso por mas que sus puntas de flecha o lanza estén envenenadas.
Hay que beber y algo mas importante volver, pero con la presa.








Nada sabemos de lo que nos deparará el viaje, por bien que estemos adaptados al medio.
Supondremos que una buena caza será hacernos con unas buenas presas.









¡Y habrá que correr!. Lo que significa que las reservas de hidratos de carbono deben de estar dispuestas como combustible de rápida disposición. Deberán estar conservadas a pesar de lo larga que haya sido la aproximación.








No parece que este pueblo milenario haya podido sobrevivir a expensas de sus reservas energéticas, ni que el medio en el que se mueven les dote de los elementos mas elementales como el agua y los frutos, que les hagan posibles las marchas de varios días que duran sus excursiones de caza.




En los años 70, cuando el ejercito de Sudáfrica, que ocupaba la actual Namibia, comenzó a utilizarlos como guías en la zona fronteriza con Angola, se percataron de que su equipaje era tan ligero como ellos, que durante las marchas apenas necesitaban comer o beber, pero que en sus bolsas llevaban las hojas de un cáctus, que periódicamente ingerían.


En los últimos años se están incorporando al arsenal fitoterapéutico del mundo occidental numerosos remedios tradicionales, hasta ahora desconocidos, cuya eficacia clínica se encuentra en gran número de casos en fase de verificación. Tal es el caso de “hoodia”, un producto natural que se obtiene de una planta de origen africano de aspecto similar a un cactus, empleada por algunas tribus de bosquimanos (los San ) para saciar el hambre y la sed durante sus prolongadas jornadas de caza.

El género Hoodia, con 13 especies, pertenece a la familia Apocynaceae. Hoodia gordonii ( = Stapelia gordonii, Hoodia barklyi, H. burkei o H. longispina ) especie que tiene interés terapéutico, puede alcanzar 1 m de altura. Presenta hojas carnosas similares a los cactus, flores grandes de color pardo claro y fuerte olor. La mayoría de estas especies son plantas protegidas típicas del desierto de Namibia y algunas de ellas, aunque son difíciles de cultivar, se emplean como ornamentales. Recibe los nombres vulgares de Reina de Namibia o sombrero de los bosquimanos, los indígenas la denominan xhoba .

Todas las especies excepto una ( H. currorii subsp. lugardii que crece en Bostwana y en la provincia sudafricana del Limpopo) se encuentran situadas al oeste de los 26º de longitud, desde la latitud 33º al sur, hasta Angola en el norte, principalmente en llanuras y laderas de grava y pizarra.

En el año 1977, al comprobar su actividad supresora del apetito, se aislaron y patentaron los primeros componentes (P57AS3 = P57) en Sudáfrica ( Council of Scientific and Industrial Research –CSIR-). Posteriormente las compañías farmacéuticas Phytopharm y Pfizer se interesaron por ella y la compraron por 30 millones de dólares. En la actualidad se comercializa en diferentes países como fitomedicamento y como complemento alimentario. Sin embargo, la producción y recolección de las plantas de Hoodia se encuentran controladas por las autoridades administrativas de Bostwana, Namibia y Sudáfrica con objeto de realizar un sistema sostenible de producción y favorecer su conservación.

El compuesto responsable de la actividad es un glucósido esteroídico (14 OH, 12-tigloil pregnano, con una cadena de tres unidades de azúcar) y otros compuestos de estructura química similar a los heterósidos cardiotónicos cardenólidos localizados en otras plantas de la familia Apocynaceae.

En medicina tradicional en los lugares de origen se emplea esta droga vegetal para disminuir el apetito, calmar la sed y tratar dolores abdominales, indigestiones, hemorroides, hipertensión, diabetes y tuberculosis. En periodos de carencia de alimentos también se ha utilizado en alimentación.

En el momento actual, son escasas las publicaciones científicas sobre la actividad de la especie Hoodia gordonii. Se han realizado distintas pruebas en animales de experimentación empleando el extracto P57. Así por ejemplo, en ratas obesas (Zucker) se observó una acción anorexígena y antidiabética mantenida durante el tratamiento de 8 semanas. Otros estudios han demostrado que la pérdida de apetito y disminución del peso corporal son independientes de la dieta, manteniéndose incluso en animales sobrealimentados.

Parece ser que los principios activos de H. gordonii actúan principalmente sobre los centros cerebrales reguladores del apetito (hipotálamo). Se ha comprobado que al administrarse por vía intracerebroventricular, incrementan la producción y/o la concentración de ATP en las neuronas hipotalámicas. Sin embargo, no puede descartarse que puedan tener efecto en otros sistemas periféricos reguladores del apetito como son los nervios vagales aferentes, vaciamiento gástrico (mediado por los efectos del SNC sobre la función vagal) o la acción anorexígena de hormonas periféricas (CCK), puesto que la administración tradicional se realiza por vía oral.

El hecho de que el principio activo presente similitud estructural con los heterósidos cardiotónicos, ya que posee además de la genina esteroídica, un grupo hidroxilo sobre el carbono 14 y un sustituyente glucídico, podría indicar una posible acción sobre la bomba de intercambio Na/K (ATPasa Na/K) en el cerebro, sin embargo, ensayos experimentales descartan su actividad antagonista. Por el contrario, no se descarta la posibilidad de que actúe sobre otra ATPasa reguladora del balance de ATP tal como ocurre con otros compuestos esteroídicos (estrógenos) y de esta forma se produzca el incremento en el ATP antes comentado.

En la actualidad se están realizando diversos ensayos clínicos dirigidos a evaluar los efectos de los principios activos de esta planta sobre el peso corporal, sin embargo los resultados no han sido publicados en la literatura científica. Algunos laboratorios indican que el consumo de esta especie puede reducir entre un 30 y un 40% la ingesta calórica.

En general, los tratamientos son bien tolerados, no apreciándose efectos adversos de consideración. No obstante, es preciso efectuar mas ensayos de actividad y seguridad, ya que son bien conocidos los efectos secundarios y toxicidad originados por los cardiotónicos. También es necesario advertir que no todos los preparados que existen en el mercado, especialmente los comercializados a través de Internet, ofrecen garantía de calidad, seguridad y eficacia. En algunos casos se ha comprobado que ni siquiera corresponden a la especie vegetal aquí comentada.


El consejo de ancianos de los bosquimanos se enteró del trato y se querelló contra el Csir por no haber hecho participar a la etnia en los beneficios de un negocio internacional montado sobre una planta cuya utilidad ella había dado a conocer.

"Los bosquimanos han utilizado esta planta desde hace más de 10.000 años para calmar el hambre y la sed", dijo Roger Chennels, el abogado contratado por los nativos, quien subrayó que el dinero que éstos reciban "va a ser repartido entre todas las comunidades San. Su tradición está basada en compartirlo todo: el agua, la caza y, especialmente, su sabiduría milenaria. Los bosquimanos nunca han sido individualistas", puntualizó Chennels.

Ambas partes llegaron a un acuerdo en el que el Csir reconoce a los bosquimanos como "guardianes de la sabiduría indígena" sobre la utilización de la planta, mientras que aquellos reconocen, a su vez, los logros científicos y comerciales de la institución. Tras ocho meses de negociaciones, las partes llegaron también a un acuerdo económico por el que los San recibirán un 8 por ciento del monto obtenido por el Csir al vender la patente del P-57 -unos diez millones de dólares-, que será pagado a la etnia en los próximos cuatro años. Una vez que Pfizer comercialice su producto, previsto para 2008, los bosquimanos recibirán también el 6 por ciento de la regalía que Phytopharm pagará al CSIR durante los próximos veinte años.

"Muchos creen que lo acordado no es ventajoso para los bosquimanos; sin embargo, dada la envergadura del negocio de productos contra la obesidad -que suma unos 3.000 millones de dólares al año- y puesto que ellos no hubieran podido sintetizar, patentar y comercializar el compuesto por sí mismos, creo que el acuerdo ha sido un éxito", dijo Chennels.

El dinero será depositado en una cuenta en fideicomiso y utilizado para comprar tierras a la comunidad bosquimana, puntualizó el abogado.

Durante el último milenio, los bosquimanos, que según estudios antropológicos existen desde hace más de 20.000 años, fueron desterrados, marginados y diezmados hasta casi su extinción por las tribus negras del sur de África y los colonos blancos que llegaron a la región a partir del siglo 17. Los pocos que quedan, unos 90.000 repartidos entre Sudáfrica, Botsuana y Namibia, viven sumidos en la pobreza y el alcoholismo.

Para estas fechas la patente era propiedad de Pfizer, pero en el 2.002 esta multinacional liberó la patente del P-57. No parece que el acuerdo pueda ser beneficioso para el pueblo San.

La fama mundial de Hoodia comenzó en el año 2.003 cuando la BBC retransmitió un reportaje sobre las bondades de esta planta. Un año más tarde, el programa “60 minutos” mostró otro reportaje mostrando las propiedades como supresor del apetito de este cactus. La demanda mundial se disparó como consecuencia de estos programas y llegó a tal punto que se impusieron restricciones por parte del gobierno sudafricano para evitar el expolio sin control de la planta Hoodia Gordonii. Esto hizo que algunos países limítrofes comenzaran a cultivar variedades de cactus cuyas propiedades no eran las mismas o cuya efectividad no estaba comprobada. Solo las plantas de Hoodia Gordonii cultivadas en Sudáfrica han conseguido el reconocimiento de las propiedades para hacer desaparecer el apetito.

¿Cuales fueron las razones para que Pfizer liberara la patente?
Segun se me informa fue consecuencia de la disolución de la división de productos fitoterápicos de Pfizer.

Actualmente Phytopharm junto con otro laboratorio inglés se preparan a comercializarlo como producto fitosanitario con garantías, ya que la inmensa multitud de productos comercializados no pueden garantizar, ni su origen, ni sus dosificaciones.

Si bien durante la utilización de miles de años por parte del pueblo San no se han detectado efectos secundarios importantes.

Se debe de tener en cuenta que la utilización en su forma tradicional dista enormemente de la que la cultura occidental puede hacer del P-57.

Por otra parte la comercialización como producto fitosanitario evita la presentación de los correspondientes estudios en las sucesivas fases de ensayo, perdiendo seguridad para los usuarios, pero abaratando los costes de comercialización.



7 comentarios:

Lis Ensalander dijo...

Impresionante. Has conseguido unir pasión, cultura y ciencia en un solo post.
Me descubro ante un maestro

Anónimo dijo...

Apasionante.

Gracias por compartirlo con todos nosotros.

Anónimo dijo...

Claro y hermoso a la vez. Gracias.

Anónimo dijo...

bueno, me encanta devuelves la fe en el g�nero t�o adoro la medicina bien entendida y los m�dicos como dios manda, felicidades agregado a favoritos hala! leeremos tus cosas courage. un abrazo. gracias

maria dijo...

Hola Juan José!
Voy a buscar el producto,a comprarlo y a probarlo, ya te contaré

Anónimo dijo...

¿ Dónde puedo encontrar ese producto en Chile, qué laboratorio lo comercializa????

Gracias
Cindy

Anónimo dijo...

¿ Dónde puedo encontrar ese producto en Chile, qué laboratorio lo comercializa????

Gracias
Cindy