Esta revisión sistemática, que mi “primo” Google pasa de una lengua a otra sin aparente esfuerzo, es un buen ejemplo de la diferencia que hay entre la apariencia de las nuevas tecnologías aplicadas a la salud y la realidad de los hechos.
Para una visión ajustada remito al lector a la página del “Gerente De Mediado”.
Para la aproximación de los que tenemos dificultades con el inglés puede servir esta traducción siempre que cuyo contenido sea valorado con cuidado.
Le comentaba a un compañero: “Para ser jefe no es obligatorio ni ser guapo, ni ser listo y para un político ni tan siquiera hace falta ser jefe.”
Ahora, tras la aparición de esta revisión sistemática, espero que algunas cosas sean reconsideradas, desde el profundo ridículo de esta carrera entre las 17 empresas, pasando por la cura de humildad en los calificativos utilizados para presentar cualquier cosa de las nuevas aplicaciones, siguiendo porque es posible que lo que cuestione la sostenibilidad del sistema sea el despilfarro injustificado en nuevas tecnologías.
Es hora de pararse, poner a punto la mente crítica y analizar, le pese a quien le pese.
Será cuestión de evaluar las actividades diarias, cuantificar el nº de clicks que conlleva una orden para que se cumpla, el tiempo que requiere la recuperación de una información, los ítems requeridos para una decisión, los accesos de los pacientes a sus historias de manera comprensible, definir el centro de la función de la nueva aplicación, las justificaciones de todo ello, los costes/eficiencias y las correspondientes evaluaciones de todo ello.
Haciendo caso a la experiencia de la revisión sistemática, la información acumulada es impresionante, pero no es de ninguna utilidad, por su desorden, incoherencia, etc. Pero hay otro aspecto que conviene recordar de planear un estudio sobre la materia no tendríamos acceso a la información ni a los datos porque se encuentran bien custodiados.
Después de valorar esta serie de circunstancias solo encuentro una razón para que las cosas sigan como hasta ahora y en la misma dinámica. El sistema sanitario con su financiación se comporta como una agencia de devolución de capitales al tejido industrial para que este superponga valor añadido de cartón-piedra al núcleo de la asistencia sanitaria sin modificarla, conocido como “generación de burbujas”.
Después de esta revisión ya no se puede argumentar “………………….evidencia!!!!” y habrá que exigir a los sistemas y herramientas las mismas seguridades que a los productos farmacéuticos e incluso la mención al “conflicto de intereses” deberá incluir a las empresas tecnológicas.
Y en esta primera revisión sistemática se admite que se paga la novatada de ser el primero y por ello no muy exigente.
Gracias Sergio, me limito a hacer eco de algo que considero importante.
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