Para el "Joven aprendiz"

martes, 1 de marzo de 2011

¡Cada palo que aguante su vela!!!


¡Ay Rafa, Ay Rafael!
Mil veces te he dicho
que si tu fueras mujer,
me hubiera visto perdido
en más de mil y una vez.

Está el tiempo “de cortar”,
entre ponte en fila y afila,
el miedo se me verá
de no llegar a pagar,
la hipoteca de mi vida.

Pero hablemos de lo que importa,
que es la cuenta lo que cuenta,
no el verso, ni la sabia prosa,
si no lo que hay en la despensa
cuando y donde: “¡la pela, es la pela!”

Vamos a repasar lo que me han quitado, que según dicen está en el BOE, por lo que no tiene sentido hablar en lenguaje simbólico, cuando lo pongas como lo pongas, lo que es, es lo que es.

Por decreto caen un 5%, suponen unos 150 euros/mes, por los desaparecidos me han tocado 177 euros/mes y otros 100 euros/mes por la jornada laboral de las 31 horas descontables, lo que supone 427 euros al mes.
No considerare las extras, eso se lo regalo para el champán de la Aste, porque los de Bilbao regalamos lo que nos da la gana.
Así que 427 por 12 meses suponen unos 5.124 euros al año, ¡coño, pues es una pasta!


Olvida mi buen Rafael que en los espacios políticos los silencios son oscuros, o bien están ocupados por letanías tántricas de abuelas impagadas y coros de pelotaris al son del “veinte colorao”.

Pero repasemos, desde la realidad de que nunca jamás una idea mía valdrá la deuda contraída, así que otra vez más parece que el destino me ordena palmar. Observo situaciones aprobadas por repetidas, premiadas por estimuladas y todas ellas por conocidas.
El cirujano Dr. Fulano adjunto, jefe de sección o servicio, incluso con actividad docente en la universidad, pasa sus salientes de guardia pagados por el monopolio en una consulta de una clínica privada, desarrollando una actividad concertada al centro privado por el monopolio, es el modelo denominado “superpeonada”. El reumatólogo Dr. Mengano ha decidido remitir al paciente a los servicios complementarios de una clínica privada en la que pasa consulta privada con concierto, en transporte de ambulancia pagada por el monopolio con volante despedido por su médico de A.P.. Es el modelo conocido como “súper guay”.

Ambas son autoconcertaciones porque en el modelo de clínicas privadas, el personal y servicios dependientes de la empresa son pocos y se concentran en los servicios comunes de algunas tareas de radiología, laboratorio y enfermería, el resto son una compleja red de microempresas que se subarriendan los servicios individualmente. Un cirujano alquila el tiempo de quirófano y del personal auxiliar, se encarga por lo general del instrumentista y ayudante, para volver a subarrendar la anestesia, reanimación etc. Por esta estructura de microempresas autónomas es difícil cuantificar los costes antes de su utilización.
En esta compleja estructura donde no se aclaran las responsabilidades, el monopolio subcontrata servicios a su propio personal estatutario en otro espacio, el de su consulta privada, sin valorar a quien ni como lo hace, ni si el rendimiento del profesional al que subcontrata el servicio es el adecuado en su contrato con el monopolio.

Estos dos modelos suponen un incremento productivo que está premiado, estimulado y es conocido por todos los estamentos de la Gestión Privada del Ente Público.

Existen más modelos entre los que destaca el “tradicional”, se me informa que es práctica permitida en las capitales, jornadas en los centros de atención primaria de 9 a 13 horas, completadas por complementos IMQ, asisas, previasas, mutuas.

Por mi parte voy a proponer a mi empresa una idea positiva. Debido a mi usura horaria, pecado que reconozco en mis continuos robos minuteros, expreso mi deseo de volver a realizar sábados en número de 6 por año.
No se que ocurrirá como resultado de mi decisión con ese avance asistencial que ha supuesto la concentración sabática de las urgencias, incluso estoy dispuesto a realizar un sábado más como compensación por el error cometido al ausentarme e incumplir las guardias los dichos sextos días de la semana, que el monopolio me impide realizar.
Es más, haré 10 sábados para devolver el despilfarro que Pudo Suponer Observar Escrupulosamente Siempre el avance laboral de la reducción de la jornada laboral de 40 a 35 horas y que como todos sabemos se resume en: “Haga usted lo mismo en menos tiempo, que es el que le voy a pagar” (y no hubo subidas) y ahora los alemanes dicen que hay que ligar el incremento salarial a la producción. ¿A ver si vamos a tener una fortuna?.

Amigo Rafael ¿cual crees que será la respuesta del monopolio a mi proposición?.
Pues ¡no!. Además responderán en noviembre que no son compatibilizables las horas recuperadas por no poder ser correctamente compatibilizadas.
La intención es que la pasta no abandone las arcas monopolistas.

En estos espacios de silencios oscuros, de letanías tántricas de abuelas impagables, de coros de pelotaris al son de “veinte colorao”, se detecta la nada improductiva de los snobs tecnológicos que dicen salvarlo todo y se les ve hacer aguas con solo meter las manos en los bolsillos y esperar.
Nada de todo esto será gratis.

Hace algunas fechas le propuse a un compañero que me echara una mano en determinada tarea, obtuve un silencioso “no cuentes conmigo”. La lectura que hice fue: “…no podemos, no somos capaces, de reconocer lo que estamos viendo. Ni en la peor de las pesadillas lo hubiéramos podido imaginar. Cuanto menos lo podemos reconocer al tenerlo delante.”
Esto es lo irreparable.

Estos fulanos vacíos no las pillan ni aunque se lo grites en la oreja.
Recordarás Rafael que en el encuentro de la blogosfera hice referencia a que hoy mandas un correo con una cita de protesta en la Moncloa y te encuentras con 80.000 fulanos que piensan como tú.

Al otro lado del Mediterráneo nos están cantando melodías de renacimiento.

De una u otra manera me lo cobraré, como tú, como cualquiera, pensar otra cosa es de gilipollas.




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2 comentarios:

P.JOSE dijo...

Kaixo Juanjo, ¿que nos queda a los sustitutos, que ademas de lo referido en tu entrada, nos ofrecen contratos pauperrimos?, quizas:

RESIGNACIÓN

En la luz crepuscular, en el brillo crepuscular
Se pulverizan tus ensueños
En la suntuosidad azul de las nubes.
Me preparo para la batalla del día.
Y ansío la noche eterna.
Para derretirme silenciosamente en el rojo de la tarde,
En tu brazo de salvador, muerte

Anónimo dijo...

LO QUE NOS QUEDA ES LA EMIGRACIÓN...