Tras unos días de principios de año, “vacacionales”, sin sustitución o mejor esta repartida por los facultativos del centro, me he reincorporado a mi quehacer diario.
¡Ha sido una locura!
¡He perdido la cuenta de todo lo que venía haciendo!.
Desconocía el nº de pacientes que veía o si realmente el que entraba era el que correspondía o era el que estaba esperando en la puerta a modo de “araña invasora” sin cita, si al que llamaba por teléfono le daba la respuesta a la demanda del paciente que tenía delante o si el nº de avisos que coleccionaba era superior a la lista de espera, cuando dos llamadas telefónicas me han despertado.
La primera:
Telefonista: (en tono autoritario) ¿¡Estás tú de guardia, no!?
Médico: Pues no lo se, si tú lo dices.
T- ¡Pues te cito otro!
M- ¡Vale pues cita!
La segunda:
T- Llama……………………., que su marido y ella están malos y que vayas a verles. Te la paso.
M- ¿Pero como que me la pasas? Haz lo que tengas que hacer.
T-Te la paso.
(Pero el intento ha fallado y en lugar de pasarme la llamada ha dejado el teléfono abierto y he oído la conversación entre las telefonistas, que no repito por ofensiva, pero que comienza con un “Pues podía haber venido ayer…..”; ayer era mi día de vacación).
Es elemental, se trata de un problema de organización.
Avanzada la mañana he bajado a por mis 4 galletas y al cruzarme con una compañera me dice: “No puede ser para atender así es mejor cerrar las agendas y atender a todos como urgentes…………”.
Pasaba en ese momento el jefe que ha oído el comentario añadiendo: “…si esto sigue así, llamo a gerencia y que nos manden un refuerzo que para eso han contratado a 50 sustitutos…..”
Cuando iba y venía de los siete avisos que he podido hacer, cuatro han quedado para mañana y en uno no me han abierto la puerta, pensaba:
-No es un problema de falta de recursos, porque si así lo fuera el problema que todos los años plantea la gripe tendría la solución con el aumento de los mismos, por otra parte el incremento de la demanda se produce en todos los cupos uniformemente y todos los pacientes quieren que les vea su médico y no otro.
-Trabajamos habitualmente por encima del 90% de nuestra capacidad, lo que según el principio de durabilidad de los sistemas hace que el menor incremento desborde nuestra capacidad. Si sería factible, desde esta hipótesis, que el incremento de los recursos solucionara el problema. Pero el problema es cíclico, de periodo anual.
-¿Cuál es el principio organizativo más elemental?. No es la mesa, ni el teléfono, ni el uniforme, ni el identificativo, ni el ordenador, ni las citas con hora, ni la empatía, ni el fax, ni mi premio Nóbel, ni nada parecido.
El primer principio, es algo tan sencillo como que cada elemento de la estructura sepa lo que tiene que hacer y lo haga bien, para que no se tenga que repetir por nadie.
El segundo, no menos sencillo, es que quien no sepa lo que tiene que hacer, que se vaya, porque molesta.
El tercero, algo mas complicado, es el reparto de tareas, para identificar a los que no quieren participar, solo hay que fijarse en detalles o frases como: “…pero como vamos hacer eso, para hacerlo hay que….”, estos también que se vayan, porque molestan tanto como los que no saben y además joden.
Así ocurre que en el primer escalón no gestionan las agendas, porque no sabe, suprimir.
En el segundo escalón se produce el síndrome de la insatisfacción permanente, todo es demasiado complicado, nunca alcanza el orgasmo. Pues si llevas décadas en el intento y no lo consigues, algún día habrá que pensar en abandonar y siempre es mejor hoy que mañana y dejamos de joder.
En el tercer nivel se produce el atasco y por experiencia, no se soluciona por ser premio Nóbel.
Ahora, nunca es tarde, entiendo lo del "más vale solo que mal acompañado" o como dice mi amigo Javi, “solo, conmigo mismo y a mi ritmo”.
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2 comentarios:
Igualito que yo. Lo único es que en mi zona hay pocos avisos. Me llama una preja joven diciéndome que se han intoxicado con mejillones y que fuera a verles porque no se podían mover. Por teléfono les he dicho que más o menos a las 4 de la tarde que tenía mucha gente en la consulta. No han querido y se han ido al Hospital. !!Todo para ahora y yo el primero¡¡ En fin.
Una vergüenza lo de la pareja de los mejillones.
Perdóneme Dr. Bilbao si no he comprendido bien su brillante post pero mis conclusiones aplicadas a mi experiencia son :
- Primer nivel : cita previa no filtra la atención indemorable ni los avisos ni gestiona bien las agendas. A mi me llenan huecos de indemorables para burocracia (altas,bajas,certificados,jusificates para trabajo..)y luego cuando llegan las verdaderas urgencias me las mandan a la puerta de mi consulta pra saturarme un poquito.
- Segundo Nivel . Aunque enfermería cuente con brillantes profesionales , tenemos otras con mentalidad de funcionario que se van a intentar escaquear de todo y su misión en el centro de salud es tomar café y hacer la compra: no van a asumir ninguna responsabilidad, no hacen cursos de formación continuada, protestan por todo y todo les parece dificil, eso sí quieren que les den el máximo nivel de carrera profesional solo porque tienen 60 años aunque no sepan hacer la O con un canuto. No quieren hacer recetas ni crónicas ni a demanda, no quieren Holter...
En el tercer nivel estamos los médicos, asumimos toda la responsabilidad ,tenemos agendas que cuatriplican a enfermería y somos los únicos que como tengamos mucho retraso nos quedamos sin café, somos un 80% interinos y tenemos de Juap a un pediatra con una agenda de risa y mentalidad de gestor, que no soluciona nada salvo la brillante idea de que cuando acumulemos 3 días de demora en la citacion de pacientes en lugar de cada 7 minutos nos citarán uno cada 5 minutos.
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