Para el "Joven aprendiz"

lunes, 27 de diciembre de 2010

Estrategia para afrontar el reto de la cronicidad en Euskadi. Lectura crítica –III


A modo de inciso, antes de proseguir y si me queda ánimo.

Conviene detenerse unos momentos, porque son tantos los conceptos y sucesos que están ocurriendo que no se ni de qué estamos hablando, al abordar el tema de los crónicos.

Leía un acertado post escrito por al unísono por unos tales, RB y RC, a los que denominaré como “El Faro de Constantinopla”, el confesado despiste de las empresas farmacéuticas en el entorno de esto que llaman web 2.0 y a los que trataré de responder.

Casi simultáneamente apareció en “Facebook”, como por sorpresa, este “anuncio”:

¡Se trata de un Foro para pacientes que supongo “activados”!.

Me dio por pasear en algunas webs y encontré
¿..........?
que como no podía ser de otra manera nos lleva a:
 O-SAREAN(Osakidetza en red), como desarrollo del paciente “Stanford”, modelo ampliamente utilizado en el mundo mundial.
Stanford tiene todo mi reconocimiento, porque tiene entre sus docentes a un señor conocido como Reaven que, en un ejercicio de autocrítica, se replanteó la veracidad clínica de su hipótesis del Síndrome Metabólico, del que en este país seguimos hablando y que el propio autor hace años que abandonó, además esta institución en sus servicios de pediatría utiliza Rottweilers, por el equilibrio, serenidad y seguridad que transmiten a los niños. Es tanta y tan amplia la similitud entre mi realidad y la de Stanford……

Desde la óptica de un ejemplo práctico, supongamos que hemos activado una paciente con dislipemia (tomado del primer comentario al anuncio), que hace una pregunta a un “doctor” en Forumclinic y la respuesta es : ¿Porqué no haces esta pregunta en el foro?.
La persona que responde tiene entre sus méritos, “arquitecto de contenidos científicos del portal Telépolis”, ¡la madre que nos parió, la que se nos viene encima!. Si leemos el contenido del anuncio se nos pondrán los pelos como escarpias. Seguro que “El Faro de Constantinopla” ha tomado nota de las coordenadas de la deriva del alegre “submarino amarillo”.

Lo que me ha movido ha estas reflexiones ha sido el comentario de Fidel Codex:

Esto precisa un recorrido histórico desde la aceptación de los errores cometidos y que describe Fidel Codex, a los que añado aquellas desastrosas educaciones grupales hablando de sexo y drogas, sin el menor conocimiento de los abordajes grupales o los objetivos comunitarios, cuando nos descubrieron la importancia de la homogenización, de la selección de contenidos y su transformación en mensajes adecuados, la individualización de los grupos y su estudio previo a la educación, comprendimos los errores cometidos.

Lo que más me llamó la atención en mis comienzos fue la siguiente situación, cuando un paciente quería una segunda opinión sistemáticamente me solicitaba permiso y consejo respecto a quién le aconsejaba acudir. Recuerdo una paciente que se desplazó hasta Cataluña para realizarse un estudio hepático y al cabo de un tiempo recibí un talón del médico que le atendió con el importe de la proporción de mis honorarios de la factura. Además cuando la segunda opinión estaba relacionada con un enfermo encamado, se me solicitaba permiso para que fuera visto por otro compañero y el protocolo deontológico indicaba que la visita debía realizarse en mi presencia, con posterior intercambio de opiniones sobre las medidas a tomar.
Desde esta situación hasta la presente han transcurrido 30 años, en este tiempo han sucedido tantas cosas que me resulta imposible enumerarlas todas. Hoy a cualquier paciente de mi consulta le visita un extraño cuando estoy ausente o fuera del horario, otro extraño le verá en una interconsulta y si son varias serán varios los extraños, en el hospital ocurre exactamente igual, hace ya tiempo que se abandonó la costumbre de que en los reingresos el paciente fuera visto por el último facultativo que le dio el alta.

Una corriente de “racionalización” de la asistencia ha ido desarrollándose a medida que se aplicaban modelos de producción administrativos del tipo bancario, a fin de cuentas también son servicios, olvidando que los fenómenos de enfermedad no obedecen a principios de racionalidad. Los médicos nos hemos acostumbrado a la comodidad horaria y hemos preferido la despersonalización frente a la continuidad de cuidados, elemento propio de la profesión. La proliferación de los mal llamados “equipos” sin nombre ni apellido, las “unidades” de cualquier cosa, no son más que justificaciones y pantallas de autodefensa en la despersonalización El servicio contemplado desde las necesidades de la relación médico-paciente hubiera resultado más caro, pero no estaríamos en la situación de asalariados de franquicias.

Una vez en manos de los ingenieros de organización (RR.HH.), las barreras de comunicación han crecido como “muros de Berlín”, nadie tiene acceso a nadie, ni entre profesionales, sin pasar por los filtros interpuestos y para soslayarlos las iniciativas son actitudes individuales, mal vistas y que llegarán a penalizarse por saltarse los registros de actividad.

Una nueva cultura va haciendo su aparición en el Sistema, los Servicios han descubierto las ventajas de la llamada “Gerencia Única”, autentica zonificación de la asistencia hospitalaria. La inversión de las unidades de negocio, en el pago capitativo por población atendida, tiene muchas ventajas en las épocas de crisis, en los que la rentabilidad y el ahorro rentable ocupan todo el espacio. Volverán las facturaciones por segundas opiniones, por actuaciones en ajenos a la zona, nos contabilizarán los pacientes derivados, las analíticas, los tratamientos y ese largo etc. que en los últimos 30 años no he dejado de vivir. Volveré a escuchar:”…allí no quiero ir!”

No se si esto tiene “marcha atrás” o si el futuro nos empuja a una despersonalización total de la relación medico-paciente y del acto médico, pero es excepcional que el paciente escuche:”…si tienes cualquier cosa pregunta por mi y que me localicen, estaré en tal o cual sitio.”

Entenderá el lector que ¡no se si me queda ánimo!


Dedicado al "Faro de Constantinopla" y a Asunción Rosado a la que tanto le gusta Sabina.





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1 comentario:

Dr F Llordachs dijo...

Brillante y realista. Comentario: revisa los links.
Un abrazo desde BCN.